Gago crece

El argentino mejora con claridad sus registros de la temporada pasada

Han pasado dos años desde que Gago debutara con el Real Madrid en Riazor. Por aquel entonces, el argentino era un joven de tan sólo veinte primaveras del que se esperaba una evolución constante hasta convertirse en un eje fundamental para el centro del campo del conjunto blanco. Ese momento parece que va llegando y con sus números demuestra que su progresión es cada vez mayor. Conserva sus registros en la faceta defensiva, ha mejorado ostensiblemente en ataque y el juego del Real Madrid pasa constantemente por su manija en el centro del campo.

Estamos a mitad de la presente temporada y Gago suma en algunas de sus estadísticas las mismas cifras (o incluso mejores) que firmó en toda la campaña anterior. La confianza depositada en este jugador de 22 años parece el secreto de su evolución imparable y la adaptación a España desde el fútbol argentino (que en la mayoría de los casos suele ser lenta) va viento en popa. Esta temporada Gago ha disputado 1.243 minutos en el terreno de juego, casi un 50 % más de los que gozó en la pasada temporada a estas alturas (850). Durante este tiempo, el internacional con la selección albiceleste se ha convertido en la brújula que marca el norte del juego del Real Madrid y no para de apoyar a sus compañeros para jugar el balón sacado. De hecho, Gago es el jugador del Real Madrid que más pases recibe de los pies de sus socios en el césped, con un total de 529 pases dirigidos a sus botas, lo que establece una media de una recepción cada 2,10 minutos.

Una vez recibida la pelota es hora de darle criterio al juego y en eso Gago demuestra que es esa clase de jugadores que antes de poseer el cuero ya tiene los deberes hechos, la jugada pensada, la elección correcta. El centrocampista ha lanzado 763 pases en lo que llevamos de temporada (que es uno cada 1,62 minutos), de los cuales 642 han llegado satisfactoriamente a su objetivo, o lo que es lo mismo, posee un 84,14% de acierto en este tipo de destreza.

Mejora en ataque
Es obvio que, en un equipo que históricamente se ha caracterizado por tener un corte claramente ofensivo, Gago fuera perfeccionando con el paso de los años su faceta más agresiva de cara a la portería contraria. En los 13 partidos que ha jugado en esta campaña liguera ha asistido a sus compañeros en 13 ocasiones (5 más que en toda la Liga anterior) de los cuales 4 (uno más que en todo el año pasado) han terminado tocando la red contraria. Además ha rematado a puerta en 8 ocasiones (sólo una menos que los remates que realizó en la totalidad del Campeonato pasado) en las que ha conseguido anotar por fin su primer gol como madridista ante el Sevilla en el Santiago Bernabéu. Y todo ello bajo una presión mayor que en temporadas anteriores. Gago ha ganado peso en la Liga española y sus rivales ya tratan de ahogar el talento del argentino para dar salida a la pelota, notándose especialmente en el número de faltas que ha recibido, 30, lo que supone una cada 41, 43 minutos (la campaña pasada recibía una cada 58 minutos)

Mantiene su virtud defensiva
Pese a que Gago demuestra que está explotando más su labor ofensiva, no ha descuidado un ápice sus tareas en defensa. El mediocentro sigue manteniendo las cifras que ya poseía la temporada pasada y ha recuperado el esférico en 98 ocasiones (una cada 12,98 minutos), unos números que, si sigue en la misma línea, al finalizar la temporada habrá recuperado 10 balones más que en el año anterior. Y todo esto lo ha logrado cometiendo menos faltas (hace una cada 42,86 minutos frente a los 40,28 minutos que tardaba en hacerla en el Campeonato pasado).

Sin límites
Orden y criterio en el centro, mayores aptitudes ofensivas y la misma efectividad en defensa que en la pasada campaña. Gago, tal y como se esperaba, progresa a pasos agigantados y su evolución es imparable. Se ha convertido en una pieza clave en el juego del Real Madrid participando en 581 jugadas de su equipo (el segundo jugador que más aparece tan sólo por detrás de Sergio Ramos) y temporada tras temporada va mejorando sus registros. Todavía no ha visto techo en el Santiago Bernabéu y tiene el beneplácito de un público exigente como es el de Chamartín, va adaptando sus capacidades al fútbol español, y sólo él sabe hasta donde puede llegar.